Comentario referente a la entrada de Daniel Varela: http://queesunamanzana.blogspot.com.es
Primero querría recalcar
que al principio del curso el concepto de no expresar opiniones nos pilló por
sorpresa y todos reaccionamos demasiado rápido, sin tenerlo asimilado ni haber reflexionado
lo suficiente. Ahora que tuvimos tiempo para pensar más sobre el tema, desgraciadamente
sigo sin entender cómo es capaz alguien de hablar sin dar opiniones.
Sin duda,
nosotros tenemos una percepción de la realidad y esta está condicionada por
nuestros conocimientos y sentimientos. Desde esa percepción se crean unas
ideologías, unas emociones y a partir de ahí se desarrollan las famosas
opiniones. Ahora la pregunta es, ¿de dónde vienen esas “realidades absolutas”? Consideramos
que son hechos objetivos, bien, entonces también provienen de nuestra
percepción de la realidad, ¡al igual que las opiniones! Entonces, teniendo el
mismo origen, ¿qué criterio utilizamos para diferenciar lo que nosotros
catalogamos como “objetivo” de lo subjetivo?
Para ejemplificar
esto propongo el caso de los robots. Tienen unos conocimientos, inducidos por
nosotros, que les dicen cómo actuar y qué decir en cada situación. Imaginemos
que una determinada empresa saca una serie de ellos, todos iguales, con el
mismo chip y la misma información de manera que todos se comportan igual. Estos
determinados robots tienen una función específica, digamos que sea limpiar, por
tanto están programados para realizar satisfactoriamente esa tarea. Por otra
parte aparece otra empresa cuya finalidad es hacer robots para matar a gente,
desde luego el proceso es el mismo pero la información proporcionada a este ser
será diferente. Al final, de un proceso idéntico salen dos resultados muy
dispares. A partir de este modelo, se pueden apreciar algunas similitudes a lo
que los humanos hacemos. El proceso para fabricar el robot es el mismo, al
igual al nacimiento de un bebé, pero después la información adquirida es
distinta, en el caso de los humanos determinada por su entorno social, sus
sentimientos y demás cosas que le enseñan. Entonces todo lo que nosotros
conocemos y pensamos está definido por unas pautas que adquirimos desde el día
que nacemos. Entonces, sabiendo esto, no podemos decir que estamos ante un
hecho totalmente objetivo, solo podemos tratar de acercarnos a él compenetrando
varios puntos de vista.
Lo que si que
debe estar muy presente es que aunque tengas una serie de opiniones, nunca
debes cerrarte a otras por creer que las tuyas son las mejores ni las más
certeras. También, cambiar de opinión es señal de que has reflexionado sobre
ese aspecto y crees que la nueva es más adecuada. Por este motivo no se debe
avergonzar nadie de hacerlo, aunque a veces la opinión general sea pesimista en
este aspecto.
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