¿Tenemos conciencia de
especie?
El
alto grado de depredación del ser humano sobre su entorno es
un hecho reconocido. La posibilidad de transformación de la naturaleza, sometida a la
intervención tecnológica del hombre, ofrece un panorama inquietante pues toda la biosfera del planeta está amenazada. Así, aun cuando la conciencia de esta influencia sobre el entorno es un hecho ampliamente aceptado, no ha sido sin embargo suficientemente reconocida para contribuir a cambiar la relación entre el hombre y la
naturaleza. Hoy como ayer resulta imprescindible considerar de un modo ecológico
nuestras consideraciones éticas, no solo cómo individuos responsables, sino
también como especie ecodependiente.
Necesitamos una ética medioambiental pues, como señala Edward Wilson, nos enfrentamos “al fin de la era cenozoica y al nacimiento de otra, caracterizada no por nuevas formas de vida, sino por el empobrecimiento biológico. Se la puede llamar apropiadamente “Era eremozoica”, la Edad de la Soledad”. (Consilience. La unidad del conocimiento. Galaxia Gutemberg)
Necesitamos una ética medioambiental pues, como señala Edward Wilson, nos enfrentamos “al fin de la era cenozoica y al nacimiento de otra, caracterizada no por nuevas formas de vida, sino por el empobrecimiento biológico. Se la puede llamar apropiadamente “Era eremozoica”, la Edad de la Soledad”. (Consilience. La unidad del conocimiento. Galaxia Gutemberg)
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