martes, 10 de marzo de 2015

En busca de Superman

Recientemente encontré un artículo por Internet en el que se hablaba sobre la eugenesia, que, acorde con el DRAE, es la  "aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana". Esta filosofía social parte, o está enlazada con fuerza al darwinismo social,  y pretende dar nacimiento a personas con características favorables para el desarrollo humano, ya sea la inteligencia, la salud u otras. Hasta este punto, alguna persona podría decir que esta idea no es del todo mala, pero llevarla a cabo condenaría a los individuos que no estuviesen dotados de estas propiedades que se consideran aptas para el progreso de la especie. Esto no queda solo aquí, ya que en esta doctrina también hay cabida para distinciones entre razas y grupos sociales.

La eugenesia defiende prácticas de todo tipo, consideradas universalmente como brutales. Entre ellas se pueden destacar la esterilización forzosa y el genocidio, realizadas, entre otros, por el régimen del Tercer Reich, y consideradas unos de los hechos más atroces de la historia de la humanidad. Otros ejercicios, no tan salvajes, pero sí igualmente controvertidos son la orientación genética, la fecundación in vitro y la tan arraigada actualmente ingeniería genética.

Una vez adentrados en el tema de la eugenesia, se nos aparecen varios interrogantes en el camino. ¿ Hasta qué punto un individuo puede decidir sobre la vida de otro considerado como igual? ¿Es moral realizar estas prácticas, aunque estuviesen siendo llevadas a cabo en un supuesto "beneficio"? ¿Es ético y legítimo buscar la modificación genética del ser humano? ¿Qué límite tiene la crueldad humana a la hora de buscar beneficios?










2 comentarios:

  1. Desde luego no es ni ético ni moral la actuación de la eugenesia. Esta conllevará a la creación de humanos probablemente mejorados, pero la adopción de estos conllevaría, como Jacobo bien dice, a graves errores como el genocidio, lo que constituiría repetir errores que como sabemos ya son pasados y que por tanto no deberíamos volver a cometer. Si no, al fin y al cabo, se produciría una pérdida de la historia y los errores pasados que no debemos olvidar, sino que nos debería guiar a un correcto desempeño del presente.
    Por tanto, a mi modo de verlo, el mejorar la vida de ciertos humanos pudiendo empeorar la calidad de vida de los otros, no es aceptable por mucho beneficio que traiga a los beneficiados.

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    1. En efecto, al igual que como ocurre con nuestra libertad, nuestros beneficios tampoco puede suponer la destrucción de los otros. Me parece bastante interesante y acertado tu comentario remitiendo a la memoria histórica, puesto que sobre estos conocimientos previos debemos basar el progreso de la sociedad, como bien apuntas.

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