La eugenesia defiende prácticas de todo tipo, consideradas universalmente como brutales. Entre ellas se pueden destacar la esterilización forzosa y el genocidio, realizadas, entre otros, por el régimen del Tercer Reich, y consideradas unos de los hechos más atroces de la historia de la humanidad. Otros ejercicios, no tan salvajes, pero sí igualmente controvertidos son la orientación genética, la fecundación in vitro y la tan arraigada actualmente ingeniería genética.
Una vez adentrados en el tema de la eugenesia, se nos aparecen varios interrogantes en el camino. ¿ Hasta qué punto un individuo puede decidir sobre la vida de otro considerado como igual? ¿Es moral realizar estas prácticas, aunque estuviesen siendo llevadas a cabo en un supuesto "beneficio"? ¿Es ético y legítimo buscar la modificación genética del ser humano? ¿Qué límite tiene la crueldad humana a la hora de buscar beneficios?

Desde luego no es ni ético ni moral la actuación de la eugenesia. Esta conllevará a la creación de humanos probablemente mejorados, pero la adopción de estos conllevaría, como Jacobo bien dice, a graves errores como el genocidio, lo que constituiría repetir errores que como sabemos ya son pasados y que por tanto no deberíamos volver a cometer. Si no, al fin y al cabo, se produciría una pérdida de la historia y los errores pasados que no debemos olvidar, sino que nos debería guiar a un correcto desempeño del presente.
ResponderEliminarPor tanto, a mi modo de verlo, el mejorar la vida de ciertos humanos pudiendo empeorar la calidad de vida de los otros, no es aceptable por mucho beneficio que traiga a los beneficiados.
En efecto, al igual que como ocurre con nuestra libertad, nuestros beneficios tampoco puede suponer la destrucción de los otros. Me parece bastante interesante y acertado tu comentario remitiendo a la memoria histórica, puesto que sobre estos conocimientos previos debemos basar el progreso de la sociedad, como bien apuntas.
Eliminar