miércoles, 11 de marzo de 2015

Los anuncios: Para emocionar?

Hace unos días escuchando la radio, me vi sorprendido por un anuncio de lotería que me generó algunas preguntas. En él se mostraba una conversación, que podría ser propia de la vida diaria entre un padre y su hija, terminando este anuncio insinuado que la hija había ganado un premio en la lotería. Al instante en el que lo escuchas te viene a la imaginación que si una persona normal con sus problemas del día a día gana la lotería, por qué no podrías ser tu también agraciado con dicho premio, llegando a tus emociones con el fin de que compres su producto.

Mediante este anuncio pude ver claramente que la base de los anuncios es la emoción, el buscar que la persona que te está escuchando se sienta identificada y vea la necesidad de este producto para su vida cotidiana o como en la lotería, sus posibilidades de consecución de un bien con grandes posibilidades. Este pensamiento provocó en mi ciertas preguntas, puesto que mucha gente dice que lo que caracteriza al hombre es la razón, y sin embargo en el caso de la publicidad esta no es un factor determinante, lo que hace que me pregunte: Es cierto eso de que el humano deja de lado las emociones a la hora de tomar decisiones dejándose llevar tan solo por la razón o no?

Pues bien, yo esa afirmación la respondería con un conciso no. En la publicidad se ve claramente, yo diría que la base de la razón siempre ha de ser una emoción que permita dar lugar a los intereses del hombre y al razonamiento de esos posibles intereses (a la decisión de si estos le son favorables o no) y, por ello, el ser humano no se ha de caracterizar como el ser que deja de lado las emociones y se deja llevar por la razón al completo, si no que en el ser humano se necesita la emoción para que pueda llegar a producirse un hecho propio de razón.

Tras aclarar esto podemos afirmar que los anuncios son un claro ejemplo del poder de las emociones, pues en ellos, generalmente, no se exponen razones por las que debes comprar dicho producto, sino que buscan empatizar con tus emociones con el fin de que les des una oportunidad, ya sea mediante paisajes afines a ti o sentimientos similares a los tuyos.

Tras esto os pregunto: Hasta que punto los anuncios buscan mover tus emociones con el fin de que medites la adquisición de sus productos?

3 comentarios:

  1. Tienes toda la razón del mundo Sergio. Los anuncios lo que pretenden es emocionar. Sí es cierto que los hay (muy pocos) en los que en el propio anuncio se dan razones de por qué comprarlos. Éstos son por ejemplo los productos domésticos, como detergentes, aunque al fin y al cabo las emociones siempre estarán en el anuncio. Es cierto que un rasgo característico de hombre es la razón, pero...en todo momento? Me refiero a que el uso de la razón normalmente es cuando uno está "frío" y tiene tiempo para pensar. Si alguien está harto de que su hijo traiga la ropa manchada y un anuncio de una lavadora dice que no se va a tener que preocupar más por la ropa...pues...o lo que comentábamos el otro día en clase, una persona se puede comprar un coche por dos razones. La primera es que el tuyo se estropee y el arreglo valga un dinero que no compensa y la segunda es porque me gusta uno. Los anuncios de los coches quizás sean los que más se note que juegan con las emociones, ya que además algunos lemas ya te lo dicen directamente (BMW: ¿te gusta conducir?). O el nuevo anuncio de Citroën que escuché en la radio: No es decir tengo un Cactus, es decir que tengo el coche del año.
    Las emociones juegan un papel muy importante en nuestras vidas. Quizás no sólo sea en el ser humano, las emociones también están presentes en los animales. Es imposible que no se noten tus emociones y, cuando ésto sucede se suele decir que ese alguien es de "piedra". Las películas juegan con nuestras emociones, los diseños de las cosas también, los libros, los profesores, etc. Las emociones son el medio más fácil para acceder a nuestro interior, a nuestra persona, para convencernos, para hacernos reír o llorar, para echarnos broncas, para educarnos, para hacernos disfrutar, etc.
    No podemos vivir sin emociones y, por lo tanto, sin que las demás personas puedan jugar con ellas.
    Los anuncios buscan mover tus emociones, no con el fin de meditar su adquisición, si no con el fin de que creas que comprando eso serás mas feliz, estarás satisfecho y te hará la vida mas fácil y cómoda.
    Con esto espero "completar" tu entrada y dar por respondida tu cuestión.

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    1. Creo que has completado mi entrada a la perfección. En mi texto, he expuesto un ejemplo en el que el sentimiento en sí era la propia emoción, de alegrarte por el premio que ha recibido la chica o, por ejemplo, entristecerte y alegrarte por el premio recibido por Manuel en el anuncio de la Lotería.
      Pero como bien apuntas, no sólo son esas emociones las que los publicistas aprovechan para vender sus productos, si no que al ver un anuncio consiguen que sintamos muchas otras cosas, como envidia por no tener aquello que vemos, creándonos una necesidad que realmente no tenemos; sentimientos como el deseo de adquirir algo, ansia por tenerlo; nos transmiten que con todas esas cosas seremos mucho más felices que sin ellas y que por lo tanto las necesitamos.
      Para terminar de matizar el asunto podemos añadir que hemos de tener en cuenta que los anuncios se dirigen a un determinado tipo de personas, puesto que no todos sentimos lo mismo respecto de las cosas, ni todos tenemos los mismos gustos. Por ejemplo, no a todo el mundo le gustan los coches, y dentro de las personas a las que le gustan, no a todas les gusta el mismo tipo de coche.
      Pero en definitiva, tengamos los gustos que tengamos y percibamos las cosas como lo hacemos, las emociones son las que generalmente mueven que compremos una determinada cosa o no.

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  2. Tienes toda la razón del mundo Sergio. Los anuncios lo que pretenden es emocionar. Sí es cierto que los hay (muy pocos) en los que en el propio anuncio se dan razones de por qué comprarlos. Éstos son por ejemplo los productos domésticos, como detergentes, aunque al fin y al cabo las emociones siempre estarán en el anuncio. Es cierto que un rasgo característico de hombre es la razón, pero...en todo momento? Me refiero a que el uso de la razón normalmente es cuando uno está "frío" y tiene tiempo para pensar. Si alguien está harto de que su hijo traiga la ropa manchada y un anuncio de una lavadora dice que no se va a tener que preocupar más por la ropa...pues...o lo que comentábamos el otro día en clase, una persona se puede comprar un coche por dos razones. La primera es que el tuyo se estropee y el arreglo valga un dinero que no compensa y la segunda es porque me gusta uno. Los anuncios de los coches quizás sean los que más se note que juegan con las emociones, ya que además algunos lemas ya te lo dicen directamente (BMW: ¿te gusta conducir?). O el nuevo anuncio de Citroën que escuché en la radio: No es decir tengo un Cactus, es decir que tengo el coche del año.
    Las emociones juegan un papel muy importante en nuestras vidas. Quizás no sólo sea en el ser humano, las emociones también están presentes en los animales. Es imposible que no se noten tus emociones y, cuando ésto sucede se suele decir que ese alguien es de "piedra". Las películas juegan con nuestras emociones, los diseños de las cosas también, los libros, los profesores, etc. Las emociones son el medio más fácil para acceder a nuestro interior, a nuestra persona, para convencernos, para hacernos reír o llorar, para echarnos broncas, para educarnos, para hacernos disfrutar, etc.
    No podemos vivir sin emociones y, por lo tanto, sin que las demás personas puedan jugar con ellas.
    Los anuncios buscan mover tus emociones, no con el fin de meditar su adquisición, si no con el fin de que creas que comprando eso serás mas feliz, estarás satisfecho y te hará la vida mas fácil y cómoda.
    Con esto espero "completar" tu entrada y dar por respondida tu cuestión.

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