Memoria e identidad: Blade Runner
Tomando como guión la novela de Philip K. Dick ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas" (1968), Ridley Scott, dirigió y estrenó en 1982, una película que se ha convertido en un clásico de la ciencia ficción: Blade Runner.
Es una distopía ambientada en 2019 en la ciudad de Los Ángeles. Un grupo de replicantes Nexus-6, robots creados por la Tyrell Corporation e idénticos a los seres humanos, capturan una nave con rumbo a la tierra (tienen prohibido el acceso en ella) con la esperanza de conocer cuánto tiempo les queda. Los replicantes quieren alargar sus vidas pero la policía tiene unidades especiales llamadas Blades Runners, encargados de retirar estos robots.
Los replicantes desarrollan sentimientos y emociones, algo que no estaba previsto cuando se crearon. A partir de aquí, empiezan a pensar y a plantearse preguntas como: ¿de dónde venimos?, ¿quiénes somos?... Sabían que habían sido creados por los humanos, pero para poder llegar a saber quiénes eran y de donde venían, intentan usar como principio más inmediato los recuerdos (como decía Descartes). Todo esto tiene que ver con la búsqueda del principio de identidad, hablando de la “Inteligencia emocional”. No tienen memoria del pasado y esto es una de las diferencias entre los seres humanos y los robots. Intentan inventarse un pasado y buscan fotografías porque se supone que son réplicas de seres humanos.
Un momento importante de la película es cuando se enfrenta el replicante a su creador. El replicante le pide explicaciones de por qué no pueden vivir durante más tiempo. Este le dice que eso es imposible porque las células habían sido hechas con un tiempo límite de vida, por lo que no había ninguna forma posible de alargarles la vida. En este enfrentamiento el replicante lo abraza. Se está enfrentando a su Dios, en ese abrazo lo mata. El ser creado ha matado a su creador. De esto sacamos la relación entre ser creado y creador. Esto está relacionado con Nietzsche, con su “teoría de la muerte de Dios” Nietzsche es un vitalista e impulsa a amar la vida, cuestión que está claramente representada en la película.
El replicante antes de morir dice que sabe que hay un límite en la vida, pero ¿quién sabe? Deja la cuestión de que todavía está por comprobar que todo termina ahí, con la muerte. Por esto aparece la paloma, símbolo de la reencarnación (como en Platón).
Dana Sánchez 1ºBach E
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