viernes, 11 de marzo de 2016

Yo y mi autoconciencia


Ante la duda de si podemos llegar a estar seguros de nuestros conocimientos Descartes plantea que es posible que lo que nosotros consideramos como real, puede ser un sueño.
Que podemos estar viviendo en un sueño permanentemente.
Pero resulta cuestionable ya que si viviéramos en un sueño constante, el sueño propiamente dicho no existiría,ya que no podríamos concebir el sueño como tal si no existiría el despertar.
La existencia del yo y de nuestra propia existencia “yo soy” “yo existo” nos permite reafirmarnos en nuestra condición de ser, de humano.
Según Descartes el “yo” es un “res cognitans” (algo que piensa) o sea que según él, somos algo, una cosa pensante.
El “yo” a nuestro modo de ver una sustancia estable y personal.
¿Es que nuestro yo puede tomar como propias nuestras sensaciones y percepciones?
Correcto, lo que sentimos y percibimos con nuestras propias experiencias y no solamente somos conscientes sino que también somos autoconscientes.
Tenemos conciencia de nuestra consciencia.
Nuestro “yo” no es solamente nuestro interior sino que también está formado por la interacción con nuestro entorno y nuestro “yo” es un cuerpo y ese cuerpo coexisten nuestro yo de fuera y nuestro yo de dentro.
Nuestro yo de fuera, el de nuestro funcionamiento,en el cual podemos ver si nuestro organismo funciona correctamente, si somos buenos estudiantes, si acatamos las normas, si obedecemos a nuestros padres etc
Y nuestro yo de dentro (experimento) en el cual nos auto evalúa, opinamos, pensamos y sopesamos.
Estas dos formas de funcionamiento y experimento influyen entre si.

¿Somos un ser trino o un ser dual? Tenemos un alma? En caso de que la tengamos, que relación tiene con nuestro cuerpo? Y tenemos un espíritu?
Según algunos filósofos como Platón el hombre es un compuesto de dos realidades muy distintas: el cuerpo y el alma. Por eso se dice que su concepción del hombre es dualista.
El cuerpo es material, mortal y se corrompe. Según Platón el alma es inmaterial e inmortal, es decir que no es algo físico. Se divide en tres partes y con estas tres partes, Platón quiere decir que realizamos tres tipos de actividades con el alma: razonar, tener fortaleza o valor y tener prudencia o templanza.

Por otro lado, los autores cristianos explican que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, por esta razón nuestro ser es también trino, ya que en una misma persona, encontramos Cuerpo, Alma y Espíritu.
El cuerpo, es la imagen de quiénes somos y de cómo somos. En nuestro cuerpo, se encuentra el alma y el espíritu.
Por medio del cuerpo somos conscientes de lo material, podemos ver, oír, palpar, gustar y oler.

El alma es el asiento de las emociones y lugar donde radica el YO personal. En el alma radica la personalidad del ser: la inteligencia, la voluntad y la sensibilidad.

El Espíritu es quien nos relaciona con el mundo espiritual, y es por medio de nuestro espíritu que la salvación se hace posible por medio de la fe en Jesús. Al igual que el cuerpo y el alma el espíritu posee sentidos: Fe, Esperanza, amor, temor de Dios, adoración, intuición. Con estos sentidos podemos percibir el mundo espiritual y a Dios mismo cuando le buscamos mediante la oración acercándonos a Él.

Por otra parte tenemos la mente, nuestro razonamiento y si nuestra mente, es nuestra, solo “yo” (nosotros) podemos pensar que los demás tengan una mente como la nuestra.
Si pensáramos que nuestro yo es el único en el mundo seríamos “Solipsista”
Al no ser mi lenguaje exclusivo, al no ser privado, ni de mi propiedad, podemos decir que existen más “yo” además del nuestro. 


Fuentes: Savater, Fernando: Las preguntas de la vida, 2007. Barcelona, Ed. Ariel. Cap.:Yo adentro, yo afuera.

Azul Epstein 1ºE bach
Laís Nogueira 1ºE bach

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