lunes, 6 de marzo de 2017

Soy feminista



Os hago partícipes de este trabajo:Soy feminista, realizado con alumnado y profesorado del IES Politécnico de Vigo. 
Idea de Carme Adán y realización/edición de Ana Ojea.

Y también de esta charla que seguro no os dejará indiferentes: Negociar sexo por vida de Inés Hercovich, sociológa y piscóloga social, trabaja desde hace décadas en la investigación de temas relacionados con las diferentes formas de discriminación de la mujer. 








2 comentarios:

  1. En estos vídeos podemos observar como el machismo sigue presente en la sociedad. Muchos jóvenes siguen con la mentalidad de que las mujeres tienen que estar supeditadas a ellos, por lo que es fundamental que exista esta corriente del feminismo donde todos reivindicamos la igualdad en todos sus sentidos, en el trabajo, en los estudios... Todos debemos reclamar que exista una condena para los que llevan a cabo actos macabros contra las mujeres como asesinatos, violaciones, que se esta convirtiendo en algo habitual en la sociedad actual.
    Para acabar con esto debemos brindar una buena educación a nuestros hijos, poniéndoles de manifiesto la igualdad y respeto entre hombres y mujeres.

    ResponderEliminar
  2. Es triste que hoy en día temas como la violencia sexual sigan siendo tan controvertidos. Que muchos de nosotros nos atrevamos a cuestionar a una víctima de esta violencia, a cuestionar su testimonio. ¿Quiénes nos creemos para hacer eso? Que tengamos que ''victimizar a las víctimas'', como dice Inés Hercovich en el vídeo, que tengamos que darle más énfasis e importancia en nuestras cabezas a ciertas partes de las historias de violencia sexual que nos cuentan, para poder convencernos a nosotros mismos de que realmente son víctimas. Peor aún es cuando le damos énfasis a las otras partes, las que nos hacen pensar, ¿y si ella tenía la culpa? empezamos a preguntarnos qué hacía la víctima yendo sola de noche, qué hacía en un bar lleno de hombres, por qué llevaba ropa ''provocativa''... y en nuestras cabezas pensamos que esto le da algún derecho al agresor sexual a violarla. Es triste que nos planteemos incluso que una persona tiene derecho a violar a otra simplemente por las circunstancias en la que esta se encuentre o la ropa que lleve. Es triste que en pleno siglo XXI sigamos viendo a las víctimas de violación como una noticia en la televisión y no como personas de carne y hueso muy parecidas a nosotras, y que no nos demos cuenta de que, injustamente, al ser mujeres, tenemos exactamente las mismas probabilidades que ellas de que un día cualquiera nos viole alguien e incluso las personas mas cercanas a nosotros se atrevan a cuestionar nuestro testimonio.

    ResponderEliminar