La información es el elemento indispensable para la
formación de una opinión y para la constitución de una voluntad general basada
en la deliberación. Por esto la libertad de prensa es esencial; sin embargo
ocurre que no todo lo que circula en los medios de comunicación de masas es
información, ni toda información se traduce necesariamente en conocimiento.
Además, el progreso tecnológico en la transmisión de
información, si bien, es un avance innegable pues amplia la esfera pública a
niveles mundiales, también constituye un modo muy eficiente de control social
por parte de aquellos que tienen poder sobre estos medios.
Nuestro ya conocido profesor de filosofía y activista
Noam Chomsky, lleva muchos años llamando la atención sobre la manipulación
mediática que surge, precisamente del interés de los grupos dominantes por
conformar opinión pública en los estados democráticos, como explica con sus
palabras:
“En un estado totalitario no importa lo que la
gente piensa, puesto que el gobierno puede controlarla por la fuerza empleando
porras. Pero cuando no se puede controlar a la gente por la fuerza, uno tiene
que controlar lo que la gente piensa, y el medio típico para hacerlo es
mediante la propaganda (manufactura del consenso, creación de ilusiones
necesarias), marginalizando al público en general o reduciéndolo a alguna forma
de apatía”
(Chomsky,
N., 1993)
En la red encontrareis un listado de 10 estrategias de
manipulación que se atribuyen a Chomsky erróneamente, pues su autor es el
francés Sylvain Timsit, quien en 2002, publicó en la red las 10 Stratégies de
manipulation, que a continuación os detallo.
1.-
La estrategia de la distracción.
El elemento
primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste
en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los
cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica
del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones
insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable
para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el
área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la
cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los
verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real.
2.-
Crear problemas y después ofrecer soluciones.
Este método
también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una
“situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que
éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo:
dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana… O también:
crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el
retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios
públicos.
3.-
La estrategia de la gradualidad.
Para hacer que
se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas,
por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas
radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de
1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad,
desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos
cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una
sola vez.
4.-
La estrategia de diferir.
Otra manera de
hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y
necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una
aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio
inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego,
porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente
que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado.
Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de
aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5.- Dirigirse al público como
criaturas de poca edad.
La mayoría de
la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes
y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad,
como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental.
Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un
tono infantil. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese
la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella
tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también
desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de
edad”.
6.- Utilizar el aspecto emocional
mucho más que la reflexión.
Hacer uso del
aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el
análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra
parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso
al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores,
compulsiones, o inducir comportamientos…
7.-
Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
Hacer que el
público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para
su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases
sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la
distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases
sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases
inferiores”.
8.-
Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
Promover al público
a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
9.-
Reforzar la autoculpabilidad.
Hacer creer al
individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de
la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos.
Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se
autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos
efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!
10.-
Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
En el
transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han
generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos
poseídos y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la
neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un
conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como
psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de
lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos,
el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor
que el de los individuos sobre sí mismos.
© Syti.net, 2002
NETWORK. Un mundo implacable (1975), la galardonada película de Sidney Lumet, con guión de Paddy Chayefsky, en donde espero podáis encontrar elementos sobre la reflexión y crítica sobre el poder de la televisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario