viernes, 16 de marzo de 2018

La vida como arte

Este sábado, una mañana nublada y gris en la que el sol estaba ausente, mi padre me preparó un café. En el café había una flor; me paré a pensar en todo lo bello que nos rodea y lo poco que lo apreciamos (un atardecer, el sonido de los pájaros, un café, una reunión de amigos...¿la vida?). En ese instante me pregunté: ¿Podríamos considerar todo lo que nos rodea arte? ¿Considerar la vida como arte? En esta reflexión me apoyé en las palabras del filósofo Séneca: la vida como arte (ars vitae).

La vida en sí está compuesta por momentos que creamos y que con el paso del tiempo se convierten en memorias y recuerdos encerrados en un baúl, un álbum, una caja... Cómo a su vez, un libro está formado de episodios. ¿Cual sería la diferencia?

En mi opinión, debemos de fijarnos en lo que realmente nos despierta aquellos  sentimientos más profundos de nuestro interior. Del mismo modo que empezar a apreciar lo realmente bello de la vida, que son los pequeños e insignificantes detalles que componen nuestra vida como un abrazo, una ducha caliente, una sonrisa...


Ya que la vida es una oportunidad que vivimos una vez. ¿Porque no aprovecharla al máximo?  ¿Porque no abrir los ojos de una vez y crear en cada acción un momento inmemorable para vivir una vida digna?

Hagamos de nuestra vida una obra de arte sin límites, dejando nuestra imaginación y deseos a volar. Seamos nuestros propios directores o escritores del proyecto más importante que es nuestra vida. Dejando a un lado lo que la sociedad tiene establecido como vida ideal (hacer una carrera, casarte, tener hijos, formar una casa,obtener un trabajo digno,jubilarse,morirte...)

Seamos artistas ¿será posible?


MARÍA ALEJANDRA RESTREPO

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