Un tema muy importante que está aconteciendo habitualmente en
nuestra sociedad es el bullying. Cada año aumentan los casos de acoso y
maltrato hacia los jóvenes. El bullying en España es una triste realidad desde
hace años. Sólo en 2016 la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en
Riesgo) registró 1.207 casos de acoso escolar reales, lo que supone un aumento
del 87,7% en el último año y un 240% desde 2015. Aunque se estén tomando
medidas para detectar los casos y hacerlos visibles antes (gracias a la concienciación
del acoso escolar), las víctimas tardan en denunciar su situación más de un
año.
En España, la edad de los acosadores es cada vez más baja, y
eso permite que haya un aumento de víctimas por acoso presencial. En cambio, también
aumentó el ciberbullying por Whatsapp y todas las redes sociales (Facebook,
Twitter, Instagram, etc…).
Una de las pocas partes positivas de estos ‘’sucesos’’, es
que, poco a poco, los compañeros de las víctimas (y testigos de las agresiones)
se enfrentan al acosador y no se quedan callados al ver este tipo de
barbaridades que acontecen en nuestra sociedad actualmente.
Entre todos los casos, suele haber víctimas que padecen
alguna discapacidad o minusvalía, que pertenecen a una religión o son de una
raza diferente a la de los acosadores… Pienso que esto no debe ser motivo para
acosar física o moralmente a nadie. Todas las personas, tanto individual como
colectivamente, merecen ser respetadas como ser humano que es.
En mi opinión, pienso que los profesores o los tutores de las
víctimas deben tener un papel más importante que el que tienen en estos
momentos, ya que son una de las pocas vías por donde los padres de las víctimas
puedes saber que está aconteciendo dentro del ámbito escolar. Creo que se debe
tratar con más importancia este tema dentro de nuestra sociedad, para que se
pueda ayudar a las víctimas con más rapidez y eficacia, y así poder disminuir
significativamente los casos de bullying.
David Amil Condide 1ºB
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