miércoles, 14 de marzo de 2018

¿Tenemos lo que merecemos y merecemos lo que tenemos?

Tras varios días de reflexión, se me ocurrió una pregunta bastante interesante, y me pareció una buena idea compartirla por aquí.
Y es que muchas veces no nos damos cuenta de que por nacer donde nacimos, vivir donde vivimos y en ocasiones por ser quienes somos, ya obtenemos ciertos privilegios, teniendo ciertas cosas que el resto no tiene, disfrutando de ciertas cosas que apenas valoramos, pero que otra gente realmente desea y necesita.
Pongamos un ejemplo: Nacimos en Europa, y gracias a esto podemos gozar de ciertos "privilegios", los cuales no solemos valorar mucho, porque es algo que nos dan, en general, hecho. Obviamente este punto de vista siempre dependerá de con qué o de con quién se compare, es decir, si nos comparamos mismo con Korea del norte, podemos afirmar que somos unos privilegiados, a pesar de no haber hecho absolutamente nada para conseguirlo, es decir, por pura suerte, o bien gracias a nuestros antepasados.
También podría compararnos con África, ya que aquí podemos obtener agua, luz, y numerosos recursos más, por el mero hecho de ser de aquí, cuando allá, seguramente para conseguir un poco de agua tengan que caminar 20 kilómetros fácilmente.
Por el contrario, otras muchas veces nos esforzamos un montón, ponemos mil medios para conseguir unos fines en concreto, y a pesar de todo este esfuerzo no conseguimos lo que pretendemos ni tampoco lo que nos merecemos tras tanto trabajo. Un ejemplo de esto podría ser el estudiar durante dos años todo lo que podemos para así poder entrar en  una carrera en concreto, pero tras esos años de esfuerzo, si el día de una de las pruebas de selectividad no te sale todo lo bien que debería, puede que llegues a no entrar en la carrera que quieres, a pesar de llevar 2 años enteros estudiando todo lo que podías, todo esto por culpa  de un mal día. El hecho de no entrar por centésimas, pero que en cambio entre alguien que no se esforzó tanto como tu, pero que tiene muchas más capacidades que tu.
En conclusión, pienso que deberíamos valorar más aquellas cosas que tenemos sin precisamente merecer, ya que en ocasiones sobrevaloramos aquello que tenemos bien merecido, cuando tenemos cosas, como bien dije, más importantes y sin merecerlas.

Nuria España, 1 Bach B.

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