Este pasado sábado 11 de mayo, se celebró el LXIII Festival de Eurovisión en Lisboa. La victoria de la cantante representante de Israel, Netta Barzilai, ha dado mucho de qué hablar en las redes sociales.
La polémica se debe al pasado de la israelita como participante en el ejército de su país, contra los palestinos. El motivo de las críticas, nace de la confusión del público, el cual muestra desacuerdo en que un país como Israel se haya presentado al concurso y consiguiendo la victoria con una canción de tema feminista y "antibullying". Sin embargo, pienso que todo esto se trata de un malentendido, debido a lo desinformada que se encuentra la sociedad ante la situación del país.
Todo este desprecio hacia Israel se remonta a años atrás, cuando nació este pequeño estado en medio de un territorio musulmán. La nación se ha visto inmersa en conflictos constantes con otros estados, por lo que necesita una participación en el ejército constante. Precisamente por ello, en Israel el servicio militar es obligatorio para todos lo adultos, independientemente de su género, durante un período determinado, teniendo que seguir cumpliendo su obligación algunos días del año hasta los 41 años (solo hombres). Por eso, se podría concluir que están es un estado de "casi guerra", que no en guerra completa.
En España, ocurría lo mismo con esta obligación militar, aunque solo para hombres, hasta hace 25 años. Desde entonces, tenemos un ejército profesional, cuantitativamente menor, pero más formado. Es decir, los soldados españoles están en el ejército por su propia voluntad, ganándose la vida: son profesionales. Además, en España, se les está permitido dejar su trabajo cuando quieran, no es una obligación. Es realmente gratificante vivir en un país en el que se puede militar por voluntad propia, y no por un mandato legal, debemos sentirnos afortunados de ello, sabiendo que en otro países no existe tal posibilidad.
Por lo que cabe recalcar, que esta mujer no militó con el ejército israelita por elección propia, sino porque fue obligada por unas autoridades israelitas: ella no es culpable de haber nacido donde nació.
Por ello, no debemos juzgar a una persona por haber cumplido las leyes de su país, sino que deberíamos de tomar cartas en el asunto e intentar cambiar esta triste pero cierta realidad, a la que se ven sometidos más países de los que pensamos.
¿Qué opinais al respecto? ¿Estábais enterados de la terrible situación que sufren los israelitas? ¿Que podemos hacer para cambiarlo?
María Estévez García 1ºA
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