sábado, 16 de marzo de 2019

La realidad de la prostitución


España es el país de Europa con más consumo de prostitución. Actualmente se encuentra en una situación de alegalidad, lo que significa que ni es legal ni no lo es o, mejor dicho, que no ha sido ni reglamentado ni prohibido, por lo que se encuentra en una situación de desregularización. La única mención en el Código penal español, referida a la prostitución, expresa el castigo con penas de prisión por la trata y el proxenetismo.  
Según diferentes estudios, el perfil de prostituta en España es una mujer extranjera con unas condiciones de vida muy desfavorables, afirmando que más del 90% de las personas que ejercen trabajos sexuales en este país son de procedencia extranjera.
Esta actividad supone aproximadamente un 0,38 por ciento del PIB anual, sin embargo, debido a la situación de 'alegalidad' en la que se encuentra la prostitución quienes la ejercen no tienen protección laboral. 

Actualmente el panorama español se divide en dos opiniones opuestas. La primera afirma que toda persona mayor de edad es libre de utilizar su cuerpo con los fines que ésta desee, alegando así, que la prostitución debería ser legalizada. 
Por otro lado, se encuentran las personas que apoyan, no solo, la no-legalización sino también la abolición de ésta.
Hoy quería hablar de dos casos concretos de mujeres que fueron, o son, prostitutas en España y que representan ambos puntos de vista.

Una de ellas es Valery May, que afirma que se prostituye de manera voluntaria e independiente, significando independiente que ella formó su propia empresa, escoge a su clientes y puede rechazar de manera libre a cualquiera de ellos. Además ella elige dónde, cuándo y, cómo hemos dicho anteriormente, con quién. En su caso, cotiza lo que gana como trabajadora autónoma y goza de la seguridad social.
 Leyendo su punto de vista parece obvio que la legalización de la prostitución es beneficiable para todas aquellas mujeres que se quieren dedicar a ello y que, como seres libres, tienen derecho a hacerlo. 
Sin embargo, ¿es esta visión representativa de la realidad?
A raíz de un vídeo conocí el testimonio de Amelia Tiganus. Una mujer rumana que explica todo el proceso de manipulación psicológica y abusos que sufrió por parte de los proxenetas antes de que le ofrecieran “el paso a una vida mejor” en España. Estos abusos incluían violaciones múltiples y sistemáticas años antes de la manipulación y la oferta de dichos trabajos sexuales formando parte de un proceso de deshumanización. Amelia explica que hablando con sus compañeras confirmaban que habían tenido todas situaciones muy similares y que, todas sus vidas, parecían fotocopias. 
A pesar de que desde un principio le dijeron que se iba a dedicar a la prostitución, mucha de la verdad estaba maquillada, las condiciones de vida eran pésimas y no tenía acceso al dinero que ganaba, teniendo que pagar por vivir en el burdel y compartiendo habitación con muchas otras mujeres, en las cuales se realizaban los trabajos durante todo el día. Además las personas que ejercen la prostitución de manera “voluntaria”, como en el caso de Amelia,  no tienen protección laboral, de modo que no pueden darse de alta en la Seguridad Social, ni cotizar, ni sindicarse, ni ir a huelga, ni tener vacaciones.
Explica que aunque la puerta estaba abierta y podía irse, no lo hacía por miedo y por un sentimiento de culpabilidad debido a una falta de estabilidad e inteligencia emocional causada por años de manipulaciones psicológicas. 


Leer sobre la realidad de esta mujer me hizo darme cuenta de que ese conocimiento sobre el trabajo que van a realizar es producto de años de engaños y de un proceso de deshumanización antes y durante la etapa en la cual las mujeres están en los burdeles. Creo además que es una realidad mucho más representativa, de casi un 90% de las mujeres que se dedican a trabajos sexuales, que ese porcentaje restante que, cómo Valery May, lo hacen de manera totalmente libre, voluntaria y vocacional. Por ello, tras varios días leyendo diferentes testimonios de mujeres que fueron víctimas de trata y explotación sexual, considero que la ley debería favorecer a la inmensa mayoría de mujeres que viven en estas circunstancias y, por tanto, ilegalizar y abolir la prostitución, como ya se ha hecho en otros países de Europa como Suecia, Noruega o Francia. 

https://www.youtube.com/watch?v=ZXUF1oJvmOU&t=1087s

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