domingo, 17 de marzo de 2019

¡Otra vez con el cambio hora!


El domingo 31 de marzo, tenemos que adelantar 1 hora el reloj, a las 2:00 a.m. serán las 3:00 a.m, y ¡a dormir una hora menos!
Todo el mundo sabe, o casi todo el mundo, que el movimiento de rotación, el giro de oeste a este que la Tierra hace sobre su propio eje, dura 23 horas, 56 minutos y 4 segundos, y que el huso horario es cada una de las 24 áreas en que se divide la Tierra, meridianos; y puesto que la Tierra gira de oeste a este, al pasar de un huso horario a otro en dirección este, hay que sumar una hora, y por el contrario, al pasar de este a oeste hay que restar una hora, también sabemos que el meridiano de Greenwich es conocido como meridiano cero y el meridiano de 180°, es conocido como línea internacional de cambio de fecha, pues marca el cambio de día. Así mismo, la Tierra hace un movimiento de traslación alrededor del Sol y emplea, aproximadamente, 365 días con 6 horas (un año), en completar su «periplo» alrededor del Sol, y que este movimiento junto a la inclinación del eje de rotación terrestre propicia la sucesión de las estaciones. Y esto es así desde el nacimiento del planeta, y hasta el siglo XVIII a nadie se le había ocurrido el cambiar la hora dos veces al año.
Pero en pleno siglo XVIII, Benjamín Franklin propone adaptar nuestros horarios al sol para aprovechar la luz diurna y conseguir un ahorro sustancial en el aceite para quemar, y más tarde en la Primera Guerra Mundial, el cambio de horario se instaura de nuevo como un mecanismo de ahorro, en este caso del carbón; y este cambio horario se lleva a gran escala, siendo Alemania el primer estado en aprobar el cambio de hora. En España el 1 de enero de 1901 el gobierno decretó que la hora oficial sería la del meridiano de Greenwich, pero el 15 de marzo de 1940, con el General Franco, el territorio español peninsular y Baleares adoptaron el horario GMT +1, con lo que estos territorios pasaron a tener la misma hora que el meridiano de Berlín, que era el que marcaba la hora en todos los territorios controlados por el III Reich, y que es el que se mantiene en la actualidad.
Y es que la economía está considerada como el motor del mundo en detrimento de las personas, y como el cambio de hora está motivado por cuestiones económicas, de ahorro energético, la opinión de los ciudadanos no cuenta y se archiva en el “cajón del olvido”.
Teniendo en cuenta que los propios científicos, estudiosos u expertos en la materia no se ponen de acuerdo en la valoración económica del ahorro energético, e incluso mantienen opiniones confrontadas sobre su existencia, parece más frustrante que no se tenga en cuenta la opinión de los ciudadanos, pues el 84 % de los europeos y el 93% de los españoles que participaron en la consulta pública sobre el cambio de hora de la Unión Europea se pronunciaron a favor de eliminar esta práctica al considerar que tiene efectos negativos sobre la salud, que altera el ritmo del sueño, que produce una mayor irritabilidad y fatiga, y que cambia el horario de comidas, en definitiva, nuestro cuerpo tiene que realizar un reajuste en su ritmo biológico.
¿Por qué no se propone adaptar el horario laboral y escolar a las horas de luz solar?, en vez de cambiar la hora en el reloj cambiemos los horarios laborales-escolares y adecuemos estos a la luz solar, pues, si fuese así, nos levantaríamos de día en invierno y nos acostaríamos con noche en verano, lo que incidiría en un ritmo de trabajo y comidas más saludable, en una mejoría de nuestro estado de ánimo y de humor, y facilitaría las relaciones interpersonales.
¿No pensáis lo mismo?


Irea Salgado Moure 1ºB - Bach

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