El otro día leí una noticia
en el periódico que contaba que una niña de 17 años había empezado a destrozar
su casa a causa de que su padre la había hecho esperar por la cena, lo que hizo
que la Policía Local tuviera que actuar.
A partir de aquí solo se
me pasaba una pregunta por la cabeza, ¿por qué? No entendía ese tipo de
comportamiento en una persona de igual edad a la mía. Comenté la noticia con mi
padre, y comenzamos a debatir. Él me decía que esos comportamientos son debidos
a la flexibilidad que presentan sus padres con sus hijos, son incapaces de
educarlos y los convierten en personas consentidas con la capacidad de
manipular a sus progenitores.
Cada vez nos encontramos
con más casos parecidos a este que se presentan como el síndrome de Napoleón, que describe comportamientos
donde el menor no es consciente de su situación real de dependencia y tiene
dominados a los padres, a los que doblega con contínuas exigencias. La mayoría
acaban montando algún incidente y deben pasar por programas de reeducación
psicológica, como se ha presentado en el caso de esta niña.
Continuando con el
debate con mi padre, empezamos a discutir sobre cual podría ser la causa que
crea este síndrome, mi padre me explicó que hoy en día es muy habitual
encontrarnos con el “padre colega”, es decir, aquel que se considera como un amigo
más.
Con todo esto, mi
padre quiso explicarme que algunos padres que consienten mucho a sus hijos,
pueden llegar a ser manipulados por ellos y pueden a causar problemas ya que
esos tutores no se presentan como una autoridad a la que tenerle un mínimo de
respeto. Así que ese respeto, que en algunos casos se llega a perder en casa,
puede incluso llegar a perderse con adultos externos al ámbito familiar.
Tras ver esto,
pregunto
¿Cuáles creéis que
son las causas de este tipo de comportamientos? ¿Pueden llegar a tener alguna
solución? ¿Quién tiene la culpa en estos casos?
Carolina López Ares 1ºBach B
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