"Se calcula que cada año se echan al mar
13 millones de toneladas de residuos de los cuales el 80% son plásticos",
"35 millones de desechos pululan por nuestra órbita terrestre",
"la Tierra alcanza la mayor concentración de CO2 desde hace millones de
años"... Diariamente leo en las redes sociales o en la prensa titulares
como estos, relacionados con el problema de la contaminación. Es algo
paradójico ya que cada día destruimos un poquito más nuestro mundo que, aparte
de ser nuestro hogar, es el hogar de miles de especies más. Entonces, ¿por qué continuamos
con esta conducta? ¿Quién tiene la culpa?
Cuando a la
ciudadanía le preocupa algo hace manifestaciones para provocar presión sobre
los políticos y, así, estos toman en consideración sus peticiones. Pero, si nos
paramos a pensar un poco, por ejemplo en estas últimas elecciones ningún partido
tenía entre sus "propuestas estrella" medidas serias contra la
contaminación; únicamente algunas medidas puntuales que en la mayoría de los
casos se quedan en una simple propuesta. ¿Será porque no les estamos
transmitiendo nuestra preocupación o porque son los poderes económicos los que
tienen la última palabra? Llegados a este extremo, ¿qué podemos hacer los
ciudadanos de a pie para luchar contra esto?
Desde mi
punto de vista hay tres tipos de responsabilidades. La primera es la
responsabilidad ciudadana. Nosotros tenemos que mostrar nuestra preocupación a
los políticos para que adopten medidas reales contra el problema. La segunda,
es la política. Son los políticos los que realmente pueden tomar decisiones
legislativas para que el mundo funcione de otra manera; por ejemplo,
promoviendo el uso de energías renovables. La tercera responsabilidad es la
científica. La comunidad científica es la que desarrolla soluciones materiales
para reducir o erradicar el conflicto.
Concluyendo, creo que la responsabilidad es de todas las personas de este mundo y somos nosotros los
que decidimos cuando parar.
Laura Vázquez Lorenzo 1ºB BAC
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