domingo, 26 de enero de 2020

La víctima de las víctimas

Escribe hoy en el diario La Razón, Rebeca Argudo, una critica a la figura de los biendolientes; es decir, aquellos que viven en una especie de onamismo mental que, habitualmente, nos someten a asedio culposo por todos los males que sufren, y que invariablemente, atribuyen casi siempre a los otros. Estas personas tóxicas que van de víctimas por la vida no han llegado a aprender que hay circunstancias que también dependen de su voluntad y no tanto del sesgo discriminador del otro. El artículo comienza con una supuesta anécdota biográfica de la autora,vean: una muchacha negra (sí, lo de racializada me ha venido a las mientes) que en sus tiempos de estudiante, responsabilizó a la autora de que no hubiese reparado en ella por su color de piel; sí, ya sé que parece improbable, pero es igual, lo que refiere es cómo se produce una atribución de causa indebida a una frustración. "El mundo, la realidad poliédrica en la que nos movemos, es mucho más compleja, más complicada, que la explicación sintetizada de chapa y camiseta de “es porque soy mujer”, “es porque soy negra”, “es porque soy gitana”, “es porque soy gordo”, “es porque soy gay”, “es porque soy pobre”, “es porque soy diseñador gráfico” o “porque tengo pelusas en el ombligo”. Reducir todo, absolutamente todo, a un phatos vergonzante es, no solo insultante para el ciudadano medio, sino estéril e inútil. No pierdan el tiempo y no nos lo hagan perder a nosotros."
La cuestión no daría más que hablar si no fuese porque mañana, 27 de enero, el mundo recuerda a las víctimas de la Shoa,  75 años después de que fuese liberado el campo de exterminio de Auschwitz, es por este motivo que me parece oportuno comentar un artículo en el que se habla de víctimas molestas, porque una cosa son los "parias profesionales", que han adquirido "cuotas" de privilegio por su condición de desfavorecidos y perseguidos, y que se arrogan, como dice Pascal Bruckner, el derecho de perseguir a los demás con su áurea de réprobos, y otra digo, el recuerdo de las víctimas que mañana recordamos. Sí ya sé que día a día, otras víctimas de males absolutos, nos son presentadas en imágenes que nos aplastan incapaces ya, como somos, de asimilar la exhibición de tanto horror, pero la conmemoración de Auschwitz no trata de retratar su sufrimiento, sino llamar la atención sobre el peligro de una sociedad en la que sus ciudadanos se conforman con ideologías excluyentes, como ese nacionalismo que cobra fuerza en Europa, que prefieren callar o adormecen su sensibilidad moral y su falta de juicio para tener criterio propio ante los retos de nuestro presente. Libertad, respeto y dignidad, siguen siendo logros de lo que llamamos humanidad, que no se nos olvide.

https://www.larazon.es/familia/20200126/fvum2lld5zhgzf67jht7gswk34.html?fbclid=IwAR2wWCKofUY2XDWmiF12rvEb328WYHFXtoNhP3eF8pjSVdkkGTl4xN6_qbY


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