miércoles, 5 de febrero de 2020

¡Welcome to the paradise country!

Para las personas de mi generación, aquellas que entraron en la universidad cuando al país retornaba la democracia, el uso por parte del poder de la tecnología siempre resulta sospechoso, pues la tentación de ser vigilados, espiados, a través del miedo que generan las fuerzas que se ocultan pero que aspiran al control total, es un marchamo de todo régimen totalitario que nosotros experimentamos en su versión blanda. George Orwell, que conoció la Unión Soviética, lo sabía muy bien  cuando en el años cuarenta escribió 1984. No soy conspiranioca, pero que la actual República China, comunista de fe ,y capitalista de praxis, esté actualizando todas las distopías  de nuestras pesadillas, es algo que no puedo dejar de pensar; esto viene hoy al hilo de una noticia (que presento con todos los reparos) de una mujer que supuestamente es increpada porque desatiende la cuarentena de quedarse en casa, y se atreve a salir a la calle sin mascarilla en una región china. No entiendo la lengua, pero parece ser que no solo la persigue, sino que le insta a que se lave las manos.


No hace ni un año que comentaba con mis alumnos el último episodio de la tercera temporada, Hated In The Nation, en la que los protagonistas son una especie de mini drones, supuestamente diseñados para remplazan la función natural de las abejas, ya extintas, pero que cumplen otra función más importante para el gobierno que es el de espiar a la gente.

¿Me pregunto qué estarán pensando ahora?

¡Welcome to the paradise country!

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