miércoles, 30 de enero de 2019

¿Es ético retirar premios científicos a alguien por su forma de pensar?

El descubridor de la estructura del ADN acaba de perder tres títulos honoríficos tras volver a la carga con sus teorías racistas

James Watson, premio Nobel de Medicina de 1962 por su descubrimiento de la estructura del ADN, ha pasado de hacer historia como uno de los padres de la macromolécula de la vida a que solo se hable de las teorías racistas con las que pretende dar lecciones al mundo.
Ha cumplido 90 años y sigue defendiendo públicamente sus tesis sin base científica. Un posicionamiento que acaba de costarle tres títulos honoríficos.
El científico habla sin disimulo en el documental Decoding Watson, emitido en la televisión pública estadounidense.
Watson mantiene su postura sobre la inferioridad de los negros y asegura que así lo demuestran las pruebas de coeficiente intelectual.
A raíz de estos comentarios, el Laboratorio de Cold Spring Harbor ha decidido quitarle los tres títulos que poseía: rector emérito, profesor emérito Oliver R. Grace y fiduciario honorario.
Algunas de sus citas más polémicas fueron:
1)-  Declaró al The Sunday Times que era pesimista sobre el futuro de África porque las políticas occidentales se basan en la creencia de que «la inteligencia de los africanos es como la nuestra, algo que contradicen todas las pruebas efectuadas».
El padre del ADN agregó que, si esperaba que todos fueran iguales, «las personas que tienen que lidiar con empleados negros consideran que esto no es cierto». Aunque, posteriormente, se disculpó por estas palabras (eso sí, a su manera: «la genética puede ser cruel»).
2)-  En 1997, en The Sunday Telegraph, defendió que las mujeres deberían poder abortar por cualquier motivo, como por ejemplo si se encontraba un gen de homosexualidad en el feto.

Este caso es un buen ejemplo de Falacia ad verecundiam, la cual consiste en razonamientos cuya prueba espera sostenerse en el prestigio de quien lo emite o lo aprueba.

Tras ver esto, preguntamos:
¿Es ético retirar premios científicos a alguien por su forma de pensar?
¿Debería ser Watson sancionado de alguna otra manera?
¿Qué pensáis sobre este hecho?



Fuentes: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2019/01/14/james-watson-premio-nobel-sigue-manteniendo-negros-inferiores/00031547465634900931114.htm

Carolina López Ares 1ºB, Olalla Santos Blanco 1ºB

domingo, 27 de enero de 2019

27/01/1945

El 27 de enero de 1945 se abrían las puertas del campo de concentración de Auschwitz. Hoy se cumplen 74 años desde este suceso. Por ello, es importante recordar el atroz acto que se cometió en aquel sitio.

La persona que abrió las puertas para liberar a las víctimas de este campo fue Anatoly Shapiro, oficial del ejército soviético. Supongo que lo que uno se espera al comunicar a todos estos supervivientes que pueden salir de tal infierno es que corran hacia su libertad. "Pero ellos no reaccionaron, no podían ni mover la cabeza o decir una palabra", explicó Shapiro. ¿Qué lleva a un ser humano a no inmutarse cuando le dicen que es libre después de estar tanto tiempo encerrado? ¿Qué clase de atrocidades se cometieron contra su humanidad para que no reaccione ante tal noticia?

Este testimonio refleja el nivel de represión que sufrían los apresados en este lugar. Me gustaría que todo el mundo dejase su vida por un momento y se parase a pensar en cómo debía de ser estar encerrado en Auschwitz. Pensar en los crímenes cometidos cada día, y en que éstos se convirtiesen en una rutina, en algo normal. Levantarse cada día y recibir insultos y agresiones por el simple hecho de haber nacido en la familia “equivocada”. Que le hagan pensar a uno que no es nadie, que no puede ser considerado ser humano, que ni siquiera puede ser considerado animal (a los que trataban mejor que a los judíos). Sólo un monstruo puede hacer pensar todo eso a una persona de sí misma. Un monstruo en el cuerpo de un humano. ¿Cómo pudieron seguir con su vida las personas que contribuyeron a tal destrucción de los derechos humanos? ¿Qué clase de ser humano puede convencerse a sí mismo hasta tal punto de poder ver cada día cómo miles de personas sufren, cómo poco a poco se va apagando su ilusión, cómo poco a poco se van convirtiendo en seres sin vida, que sólo cumplen órdenes?

Y, por último, ¿nos informan lo suficiente sobre lo sucedido? Porque yo pienso que no. Creo que una parte de nosotros intenta ocultar lo ocurrido para no tener que enfrentarse a las atrocidades que puede cometer el ser humano. Creo también que debería dedicarse más tiempo a visualizar lo ocurrido, ya que seguramente muchas personas ni siquiera se lo pueden llegar a imaginar. Conferencias sobre el Holocausto desde una edad temprana ayudarían a que no se repitiese este suceso, puesto que se educaría a los más pequeños para que no repitieran los mismos errores que se cometieron con anterioridad. Por lo tanto, ¿no queremos informarnos o no quieren que sepamos lo sucedido? Laura Parada Pérez 1ºA Anatoly Shapiro (BBC)

jueves, 24 de enero de 2019

Reflexión sobre el Holocausto

“La experiencia es una advertencia de la futura repetición de nuestros errores”. Probablemente se haya mencionado en diversas ocasiones pero fue Oscar Wilde el que lo plasmó en papel. Es por esto, que el recordatorio del Holocausto es tan relevante. Recuerda las atrocidades a las que puede llegar el ser humano. Avisa ante posibles errores. Sin embargo, ¿lo recordamos de verdad?

Teóricamente, la paz es un objetivo deseado pero parece utópico, cada día más. Luchamos por el cambio, la mejora, la igualdad… intentamos que esto se dirija de la forma más racional y sin embargo, aparece el factor violencia. ¿Por qué? ¿Será la necesidad egoísta de sentirse “ganador” de la batalla, a pesar de saltarse todo principio moral? Dándole vueltas, parece de cobardes. ¿Acaso los que emplean la violencia no se ven capaces de usar la razón para obtener la aceptación de sus ideas y por ello la necesidad de agresión?  Dudo que nadie gane.

El caso es que estamos vacíos de experiencia respecto al suceso que marcó trágicamente al siglo XX. No lo suficientemente cerca. ¿Lograremos recordar los sucesos del siglo pasado si se acerca algún indicio de desastre?

Todo se trata de valores y principios. No todos somos educados de la misma forma y no todos consideran como universales ideas éticas, pero, a pesar de ello, creo que hay uno universal y es el no a la violencia. Este debería ser transmitido desde la infancia a todos, obviamente no se puede enseñar a un niño a razonar a una edad tan temprana,  mas si que es posible aportarle ese comienzo, porque, después de todo, él es el futuro. Y será quién deba recordarlo cuando tenga su propio criterio y contemple las posibilidades de como solucionar un conflicto del tipo que sea.

Por lo tanto, si en algún momento nos vemos en un caso similar, espero que sepamos decirnos la verdad a nosotros mismos. Que reconozcamos el inicio de los sucesos, aunque no los hayamos vivido antes, y los frenemos. Sin eufemismos, sin ocultar la realidad, dado que tiende a ser adornada para minimizar problemas o ocultar sufrimientos.


Cualquiera que crea que sus ideas puedan ser verdaderas debería ser capaz de probarlas con argumentos y coherencia, sin presión ni violencia. 

Clara Ferrán Fraga 1ºB 

miércoles, 23 de enero de 2019

Juicio a la razón instrumental


"La exigencia de que Auschwitz no se repita en la primera de todas en la educación"
Theodor W.  Adorno

El violinista de Auschwitz 


   Se acerca el día de la Conmemoración del 27 de enero, día en que las tropas soviéticas liberaron el campo de Auschwitz en 1945, y vuelvo a considerar las lecciones de memoria que la Historia nos aporta, porque como digo a menudo, conocer la Historia es importante pero no basta, pues de ella no podemos extraer principios éticos. 
   Otra cosa es la memoria, que nos permite reconocernos cada mañana en el espejo no solo como seres humanos, sino como personas decentes que procuran no aumentar el sufrimiento y la injusticia ya existente en el mundo. Por eso la memoria nos recuerda que somos humanos y por lo tanto responsables de los otros, sin los cuales no somos.

    Pero en el caso del Holocausto ¿debemos seguir recordando lo que pasó? Es verdad que eso ocurrió en un tiempo que no es el nuestro, que no hemos vivido, por lo que se nos presenta la paradoja que acompaña a la noción de responsabilidad, ya que esta tiene que ver con lo que uno hizo, así pues ¿cómo voy a sentirme responsable de lo que yo no he hecho?

     Es verdad que muchas veces digo que no podemos sentirnos afectados de todos los males e injusticias de este mundo, pues podríamos sentirnos abrumados por tanta responsabilidad, pero sí puedo pediros que consideraseis un momento, ¿qué pasaría si el Holocausto fuese solo tema de trabajo histórico?; ¿qué pasaría si una vez desaparecidos todos los que tuvieron experiencia, a través de su época, sus familias, vecinos, contemporáneos; ya nadie hiciese el esfuerzo doloroso de recordar aquello de lo que es capaz el ser humano al intentar poner límites a lo humano?

     Creo sinceramente que es mi obligación trasladaros esta aparente paradoja ética sobre la necesidad de sentirnos responsables, al menos por un tiempo, de la Realidad, de la Existencia, del Holocausto, y de la  necesidad de volver a ella cada vez que perdamos el camino en nuestra conducta ética. Pues no olvidemos que el propósito de Auschwitz era destruir a hombres, mujeres y niños porque eran judíos, o bien no se acomodaban al proyecto del Tercer Reich. No olvidemos que desde el Estado se movilizaron ciudadanos, científicos, funcionarios, empresarios, militares, políticos, artistas, profesores, comerciantes, agricultores, y un largo etc.,  con el propósito de conseguir, según la jurisprudencia nazi: "la eliminación de los elementos dañinos al pueblo y a la raza". 

    Sigo creyendo que la condena retrospectiva de los verdugos, siquiera simbólica, constituye un acto inexcusable de justicia. Por eso el próximo día de clase volveré someterme al tercer grado de vuestras preguntas, pues ¿qué sentido tendría lo que hacemos en nuestras clases de Filosofía, sino encontraseis susceptible de reflexión y debate lo que allí acontece?


Para pensar: 

"La Solución Final". En 20 de enero de 1942, a 40 kilómetros de Berlín,  se reunieron los principales líderes del partido nazi y oficiales del gobierno alemán, en la llamada Conferencia de Wannsee,  presidida por el entonces máximo responsable del Tercer Reich, Reinhard Heydrich.

 Fue  allí  donde se organizó y se dispusieron las medidas a adoptar, para cumplir con el objetivo marcado por Hitler que exigía, en cumplimiento de las Leyes raciales de Núremberg, exterminar a toda la población de origen judío de Alemania y de los países bajo su influencia, en la llamada “solución final”.

Esta película es una recreación histórica de dicho acontecimiento, que marcará una de las páginas más vergonzosas de nuestra cultura occidental y de la historia de la Humanidad.
Os invito a que veáis esta la película: Conspiracy  (2001) del director Frank Pierson. Aquí os propongo unos fragmentos para empezar a pensar. (Ver práctica: 11)






martes, 22 de enero de 2019

¿Verdad definitiva o reducir la incertidumbre?



La sociedad confía en la ciencia y en los científicos. Al menos eso es lo que se desprende de los resultados del Barómetro de Confianza Institucional correspondiente al mes de junio-julio de 2013, donde 92 de cada 100 españoles situaban a los investigadores, junto a los médicos de la sanidad pública, en el primer puesto del ranking de los cuerpos y organismos de la Administración pública mejor valorados.
Sin embargo, en la práctica, la experiencia enseña que, en general, la población tan solo valora positivamente aquellas opiniones científicas que les reafirman en sus convicciones. Si no se escucha lo que se quiere oír, los comentarios suelen variar entre los que dicen que los científicos cambian constantemente de opinión (de forma que lo que ayer era malo hoy es bueno y viceversa) y los que comentan que cómo se les va a creer si entre ellos no se ponen de acuerdo (y donde uno dice blanco otro dice negro). ¿Cómo es posible que la gente diga que confía en los científicos y que al mismo tiempo reniegue frecuentemente de ellos, dependiendo de si les gusta o no lo que escuchan?
Algunos culpan a la falta de educación científica en la escuela. Pero probablemente esto es solo parte del problema. La ciencia subyacente a muchos de los grandes temas de actualidad es muy especializada y requiere de profundos conocimientos que superan con creces lo que los alumnos puedan aprender en las aulas de primaria y secundaria. Quizás, antes de buscar culpables, el primer paso sea tratar de entender por qué la población tiende a elevar creencias manifiestamente inciertas a la categoría de hechos irrefutables.
Los humanos aspiramos a la exactitud y sabemos que la ciencia es un camino fiable para aproximarse a ella. Pero esta aspiración entra a menudo en conflicto con intereses, convicciones, emociones u otras motivaciones, a veces inconscientes. Por ejemplo, las personas que conciben la naturaleza como algo intocable y sagrado pueden percibir la modificación genética como moralmente inaceptable, sea cual sea su seguridad o utilidad. Otras creencias pueden estar profundamente enraizadas en emociones incontrolables. Así, el anuncio de una posible pandemia que podría causar la muerte de muchos inocentes puede provocar sentimientos de miedo e impotencia que, gestionados mediante la táctica del avestruz, conducen a menospreciar las advertencias de peligrosidad y a tildar de improbable su ocurrencia.
Para reconciliar nuestras motivaciones racionales e irracionales a la hora de creer en algo, nos hemos convertido en maestros del autoengaño. Como nos consideramos seres racionales tratamos de encontrar razones que apoyen que nuestras creencias son exactas. Pero si estas chocan con el consenso científico, siempre encontraremos posturas disidentes que permitan justificarnos aduciendo que la cuestión analizada no está resuelta o que es objeto de controversia. El tema del origen antropogénico del cambio climático, o de la seguridad de las vacunas, resultan paradigmáticos al respecto.
Tal vez, si la gente supiera que existen otras razones que pueden comprometer la certeza de sus creencias, probablemente sería más prudente a la hora de defenderlas a capa y espada. Pedir a los profesores de ciencias que transmitan los conocimientos adecuados para que la población entienda todos los aspectos de un tema de debate no es realista, pero lo que sí podría pedírseles es que fueran capaces de mejorar la apreciación de los alumnos de lo que en realidad significa la noción de exactitud del conocimiento científico. Con este fin, el estudio de la historia de la ciencia puede ser de gran ayuda, permitiendo a los estudiantes comprender mejor tanto las motivaciones que subyacen a sus propias creencias, como el método utilizado por la ciencia en la búsqueda del conocimiento.
Si un alumno entiende cómo la visión del mundo del medievo hacía que la teoría geocéntrica del sistema solar pareciera correcta, habrá dado un paso adelante para comprender que él mismo puede estar experimentando influencias similares. Asimismo, la historia de la ciencia puede ayudarnos a comprender por qué el conocimiento científico se hace cada vez más exacto con el paso del tiempo. Es fácil para un observador ajeno al mundo de la ciencia descalificar una conclusión que no le satisface, calificándola de discutible en base a que los científicos cambian constantemente de opinión. Sin embargo, si un estudiante comprende que nuevas observaciones pueden llevar a revisar importantes teorías, concluirá que la ciencia, más que pretender establecer leyes inmutables, busca explicaciones provisionales que inexorablemente serán revisadas cuando se encuentre una mejor. Asimismo, el alumno entenderá que la disponibilidad de los científicos a cambiar sus creencias para alinear estas con los nuevos datos no es un signo de debilidad sino de gran fortaleza.
La ciencia sabe que no está trabajando en encontrar la verdad definitiva, sino más bien en reducir la incertidumbre o, como les comentaría un científico guasón, en su “próximo error”. Y esta aproximación, racionalmente crítica, puede que no sea la única manera de organizar y entender nuestras experiencias y relaciones con el mundo que nos rodea, pero constituye una vía más precisa y exacta que la que proponen la religión y la ideología política.
Mariano Marzo Carpio es catedrático de Recursos Energéticos en la Facultad de Geología de la Universidad de Barcelona.

domingo, 20 de enero de 2019

FALACIA "AD BACULUM"

La expresión "ad baculum" procede del latín y significa "apelando al bastón". Esta falacia consiste en defender que un argumento es verdadero, basándose en la fuerza, temor o amenaza, pero sin aportar razones.

Se produce cuando un individuo que posee poder sobre otro afirma algo que no pueda ser discutido por este último. Por este motivo, podemos relacionarla con otras falacias como la "ad consequentium" y con el argumento de autoridad, y se opone a la falacia "ad misericordiam".

Algunos ejemplos serían los siguientes:

  • Cuando un padre le dice a su hijo que debe estudiar o será castigado.
  • Si alguien nos pide permiso para realizar algo y le contestamos: "No, porque lo digo yo y punto."
  • Si conduces bajo los efectos del alcohol serás multado por la policía.
La mejor manera de rebatir esta falacia sería defender que la amenaza no está relacionada con la verdad o falsedad de lo que se afirma.


Fuentes
http://www.usoderazon.com/conten/arca/listado/bacul.htm
https://www.retoricas.com/2015/02/ejemplos-de-ad-baculum.html


Pablo Maril Carregal 1ºB

jueves, 17 de enero de 2019

FALACIA DE LA PENDIENTE RESBALADIZA

Dicha falacia consiste en el comienzo de una acción de un punto A, en el que por medio de una serie de eventos intermedios acabarán en un punto B que es un final no deseado por nadie. A esto también se le conoce como efecto dominó y esta falacia da por ciertas consecuencias que no son seguras y a veces no son probables.







 EJEMPLO: 
  • Debemos manifestarnos contra esta ley porque sino, el gobierno, no tardará en aplicar la misma medida pero con más dureza y luego otra vez y otra vez hasta dejarnos en la miseria más absoluta
  •  No dejo a mi hijo a salir a jugar al parque con la pelota, porque si sale al parque se encontrará con chicos traviesos. Esos chicos le ofrecerán tabaco. Luego cuando ya fume, le ofrecerán bebidas alcólicas. Por culpa de eso mi hijo irá mal en los estudios y yo que sé cuantas cosas más.
 FUENTES: 

 https://www.retoricas.com/2015/03/ejemplos-falacia-pendiente-resbaladiza.html

 https://falacias.escepticos.es/index.php/falacia-de-la-pendiente-resbaladiza/


                                                                                          Alba Miramontes Mera 1ºBACH B

martes, 15 de enero de 2019

FALACIA DEL FALSO DILEMA

La falacia del falso dilema involucra una situación en la que se presentan dos puntos de vista como las únicas opciones posibles, cuando en realidad existen una o más opciones alternativas que no han sido consideradas. 
Las dos alternativas son con frecuencia, aunque no siempre, los puntos de vista más extremos dentro de un espectro de posibilidades.
No tiene por qué estar necesariamente limitado a dos alternativas, pudiendo involucrar tres o más, pero en todo caso se caracteriza por omitir alternativas razonables sin argumentar esa exclusión, sea esta deliberada o accidental.
  • EJEMPLOS
- "Fermín no ha llegado a trabajar. O ha tenido un accidente en el coche o se ha quedado dormido. Llamamos a su casa y averiguamos que salió a tiempo, por lo tanto ha tenido un accidente".

Este argumento es un falso dilema, ya que hay multitud de otras razones por las que Fermín puede llegar tarde. Si pudiéramos probar que no existen otras alternativas, el argumento sería correcto. Mientras tanto, es falaz.

Son muy frecuentes en política, por ejemplo:

-"¿Está usted con nosotros, o con las fuerzas del mal?

Además, pueden formularse como sentencias de hecho:

-"Nadie gana a menos que todo el mundo gane."
-"Estás con nosotros o estás contra nosotros."   

A continuación, pongo un ejemplo de un caso real en que un político argentino pronunció la siguiente frase, la cual se identifica como una falacia de falso dilema:

"El peronismo triunfará conmigo o sinmigo" (conmigo o sin mí).

En el siguiente fragmento de la obra de William Shakespeare, Hamlet, podemos observar otra falacia:

 Ser o no ser... He ahí el dilema.
¿Qué es mejor para el alma,
sufrir insultos de Fortuna, golpes, dardos,
o levantarse en armas contra el océano del mal,
y oponerse a él y que así cesen?


  • Fuentes
https://es.wikipedia.org/wiki/Falso_dilema 
https://elpais.com/diario/2007/02/24/agenda/1172271606_850215.html 

Nerea García Esmorís 1ºBAC B 

lunes, 14 de enero de 2019


FALACIA DEL FRANCOTIRADOR
Definición: la falacia del francotirador (también llamada falacia del francotirador de Texas) es una falacia lógica donde la información que no tiene relación alguna es interpretada, manipulada o maquillada hasta que ésta parezca tener un sentido. El nombre viene de un tirador que disparó aleatoriamente varios tiros a un granero y después pintó una diana centrada en cada uno de los tiros para autoproclamarse francotirador.
Uno podría tener una teoría de cómo debería comportarse algo o el patrón que debe seguir algo y comprobar mediante pruebas empíricas o datos que de hecho es así (método científico). Alternativamente, se pueden tomar los datos observados para construir una hipótesis tal como hace el francotirador pero luego es necesario ensayar la hipótesis con nuevos datos.
Ejemplos:
1) A la hora de hacer una encuesta, elegir solo los datos que nos interesan para llegar a una conclusión premeditada.
2) Alguien sueña con el número siete. No sale el 7, sale el número 362. Se da por confirmada la premonición, alegando que 3+6-2 es igual a siete 7.
3) Elegir solo algunos datos para desde ahí elaborar una teoría.

Cómo rebatirla: puede ser relativamente sencillo mostrar la falsedad de esta falacia si encontramos la manera de repetir el experimento.


Laura Vázquez Lorenzo 1ºB

domingo, 13 de enero de 2019

Falacia "ad antiquitatem"

Es una falacia lógica que consiste en afirmar que si algo se ha venido haciendo o creyendo desde el pasado o el antiguo, entonces es que está bien o es verdadero. Y parte de tres suposiciones: que la antiguo manera de pensar era correcta, que las razones que lo probaron en el pasado son vigentes para hoy, y que mantener lo normal es mejor que un cambio.

Ejemplo: "hay que defender la tauromaquia porque es una tradición y se ha hecho siempre" o "las chicas no pueden jugar al fútbol porque siempre han jugado los chicos".

Falacia del Alegato Especial


Falacia del Alegato Especial


La falacia del alegato especial consiste en que una persona, a la hora de apuntar su argumentación, mantiene que la otra parte no puede comprender o hablar del tema por no alcanzar el nivel adecuado de conocimiento o empatía que supuestamente es necesario.

Es por esto que se presume que tanto el juicio como la opinión del oponente no son válidos, sólo tienen una opinión válida los elegidos.

Ej.: A: Las células tienen orgánulos.
B: No tienes razón porque no eres biólogo.

Resultado de imagen de falacia alegato especial

sábado, 12 de enero de 2019

Falacias: ¿engaños o errores en la argumentación?



Diariamente nos topamos con estos falsos argumentos en el discurso público, en tertulias, medios de comunicación, redes sociales, en clase, en casa, con nuestras amistades, etc., resulta interesante estudiar estos modos de engaño o error y, desde luego,  la filosofía desde sus comienzos, se ha aplicado a ello con gran interés, tanto de las falacias formales, como la falacia de la afirmación del consecuente, la falacia de la negación del antecedente y la falacia de la disyunción incluyente ,como de las falacias no formales: ad hominem, ad baculum, ad ignorantiam, ad verecundiam, ad consequentiam, generalización apresurada, del hombre de paja, post hoc ergo propter hoc, entre otras…

Argumento ad vericundiam
En general, para evitar caer en el error o para evitar el engaño, cuando queremos hacer valer nuestras ideas, deberíamos adoptar una serie de precauciones que podríamos enunciar como reglas de o imperativos del juego limpio en la argumentación

1. No atacarás a la persona, sino al argumento 
2. No malinterpretarás o exagerarás el argumento de una persona para debilitar su postura 
3. No tomarás una pequeña parte para representar el todo
4. No intentarás demostrar una proposición suponiendo que una de sus premisas es cierta 
5. No asegurarás que algo es la causa simplemente porque ocurrió antes 
6. No reducirás discusión solo a dos posibilidades 
7. No afirmarás que por la ignorancia de una persona, una afirmación ha de ser verdadera o falsa 
8. No dejarás caer la carga de la prueba sobre aquel que está cuestionando una afirmación 
9. No asumirás que “esto” sigue “aquello” cuando no existe conexión lógica alguna 
10. No asumirás que una afirmación por ser popular debe ser cierta 



martes, 8 de enero de 2019

¿Es una obligación respetar la opinión de los demás?


El Roto

       “En vez de ser consideradas propuestas imprecisas, limitadas por la insuficiencia de conocimientos o el apresuramiento, las opiniones se convierten en expresión irrebatible de la personalidad del sujeto: «ésta es mi opinión», «eso será su opinión», como si lo relevante de ellas fuese a quién pertenecen en lugar de en qué se fundan. La antigua y poco elegante frase que suelen decir los tipos duros de algunas películas yanquis —«las opiniones son como los culos: cada cual tiene la suya»— cobra vigencia, porque ni de las opiniones ni de los traseros cabe por lo visto discusión alguna ni nadie puede desprenderse ni de unas ni de otro aunque lo quisiera. A ello se une la obligación beatífica de «respetar» las opiniones ajenas, que si de verdad se pusiera en práctica paralizaría cualquier desarrollo intelectual o social de la humanidad. Por no hablar del «derecho a tener su opinión propia», que no es el de pensar por sí mismo y someter a confrontación razonada lo pensado sino el de mantener la propia creencia sin que nadie interfiera con molestas objeciones.”  

Savater, F., El valor de educar.
  
       El filósofo Fernando Savater ha criticado a menudo un fenómeno que, en nuestra sociedad, resulta muy habitual escuchar, y consiste en considerar que es una obligación, para todos, el hecho de respetar siempre la opinión de los demás. Para el autor del texto, es claro que, como defiende un poco más adelante en la misma obra: El valor de educar «vivir en una sociedad plural impone asumir que lo absolutamente respetable son las personas, no sus opiniones, y que el derecho a la propia opinión consiste en que ésta sea escuchada y discutida, no en que se la vea pasar sin tocarla como si de una vaca sagrada se tratase». 

Para razonar: 

- ¿Realmente crees que es una obligación el respeto total e incondicional de la opinión ajena aunque sea infundada y contradictoria?
- ¿Te parece que es crees una actitud racional? ¿Por qué?
 - Explica con tus palabras cuál es la forma más racional de considerar las opiniones de los demás.
- Expresa lo que te parece que intenta poner de manifiesto la viñeta gráfica de el humorista El Roto.

Cuando la argumentación es un juego


Pon a prueba las reglas de la argumentación ejercitándote en el arte de razonar con una de estas preguntas de conocimiento. 

(Mínimo 500 palabras y máximo 1000)


1.       ¿Cuáles son las ventajas, tanto para el individuo como para la sociedad, de distinguir entre argumentos válidos e inválidos?
2.       ¿Cómo pueden afectar nuestras creencias a la capacidad de razonar bien y reconocer argumentos válidos?
3.       Una de las funciones atribuidas tradicionalmente a la razón es encontrar el equilibrio entre dos extremos. ¿Qué quiere decir que alguien sea razonable?
4.       ¿Cuál es la diferencia entre razonar sobre los medios y razonar sobre los fines? ¿Es uno de estos tipos de razonamiento más predominante o más valioso que el otro?
5.       ¿La razón es puramente objetiva y universal, o varía de una cultura a otra?
6.       ¿Cómo se diferencia el uso común de la expresión “es lógico” (queriendo decir “tiene sentido para mí”) de su significado técnico “tiene una forma de argumento válido”?
7.       ¿Qué constituye un buen argumento? ¿Cuál es el valor de aprender a distinguir entre buenas y malas razones?
8.       ¿Por qué las falacias informales son a menudo plausibles y convincentes? Pon ejemplos.
9.       ¿Hay circunstancias bajo las cuales se pueda justificar el uso de falacias informales (por ejemplo, en campañas publicitarias que tienen como objetivo convencernos para donar dinero a una buena causa: ayuda humanitaria, fondos para la infancia, etc.)?
10.    ¿En qué se diferencian “creer que” y “creer en”? ¿En qué se diferencia la creencia del conocimiento? ¿Cuáles son las diferencias entre: opinión, conocimiento y sabiduría?




lunes, 7 de enero de 2019

El genio que amplió los límites del universo: Galileo Galilei

Un 8 de enero de 1642, viejo, cansado y ciego, murió en su casa, uno de los padres de los tiempos modernos, el maestro Galileo Galilei. Murió rodeado de sus discípulos y al tiempo prisionero, en su villa de Arcetri, a las afueras de Florencia, en donde había sido obligado a permanecer de por vida, tras ser acusado por la Inquisición "de grave herejía”.

Fue el 22 de junio de 1633 cuando fue obligado a confesar públicamente, ante el tribunal de la Iglesia que lo enjuiciaba, un error que no había cometido: "Yo Galileo Galilei abandono la falsa opinión de que el Sol es el centro (del Universo) y está inmóvil. Abjuro, maldigo y detesto dichos errores".  La condena a Galileo por la Iglesia se mantuvo hasta el año 1992, fecha en la que el papa Juan Pablo II lo rehabilitó solemnemente al considerar que ya no era un peligro para la fe.

Galileo es conocido hoy como el creador del método científico ya que cuestionó el argumento de autoridad como fuente de saber al considerar que, las opiniones más antiguas no pueden ser consideradas mejores por el hecho de ser antiguas sino por el hecho de que puedan ser sometidas a prueba; por ejemplo, la hipótesis de que la Tierra y otros planetas giran alrededor del Sol había sido afirmada antes por Copérnico, animado por las tesis heliocentristas de filósofos griegos como Aristarco de Samos en el siglo IV d. c. e, pero fue Galileo y también Kepler, quienes establecieron el hecho de que la Tierra y otros planetas giran alrededor del Sol mediante un nuevo método que combina la observación experimental y la formulación matemática: el método hipotético-deductivo.

Galileo cuestionó los métodos de origen aristotélico caracterizados por la inducción simple a partir de generalizaciones que toman como punto de partida la experiencia corriente. Creía que la naturaleza, siguiendo la tradición pitagórica y platónica, está escrita en caracteres matemáticos, por lo que la experiencia requiere la razón matemática para poder ser entendida. También discutió el método por el que la religión se refería al conocimiento, no tanto por considerar que era fanatismo, sino por creer que la deducción, como medio para alcanzar el conocimiento, fracasa cuando existen dudas razonables sobre las premisas, y desde luego, los que creen en la autoridad de los libros sagrados no admiten ni admitían dudas.

 Galileo discutió a Aristóteles y a las Escrituras, y con ello destruyó todo el edificio del conocimiento medieval, y ayudó así, a abrir el difícil camino que permite adquirir un conocimiento seguro y general, en el que hoy todavía nos encontramos. Así que nuestro homenaje a este gran maestro en este año 2019 que comienza.

Leamos un fragmento de la carta que le escribe Galileo a la Gran Duquesa de Toscana en 1615 en la que manifiesta su postura a favor del sistema copernicano en la disputa con los viejos planteamientos aristotélico-ptolemaicos, y  se lamenta, en fin, de que sus oponentes, viéndose vencidos en el campo estrictamente filosófico, recurran a "la autoridad de las Escrituras", con la única intención de desprestigiarlo.

“Persistiendo, pues, en su primera decisión de desprestigiarme a mí y a mis cosas por todos los medios posibles, sabiendo cómo yo en mis trabajos de astronomía y de filosofía sostengo, sobre la constitución de las partes del mundo, que el Sol, sin cambiar de lugar, permanece ubicado en el centro de las revoluciones de las esferas celestes, y que la Tierra que se mueve sobre sí misma, gira en torno a él; y además oyendo que voy confirmando tal posición, no sólo refutando los argumentos de Ptolomeo y de Aristóteles, sino aportando otros muchos en su contra,  y especialmente algunos referidos a los efectos naturales, cuyas causas tal vez no puedan explicarse de otra forma, y otros astronómicos, dependientes del conjunto de los recientes descubrimientos celestes, los cuales claramente refutan el sistema ptolemaico y concuerdan y confirman admirablemente esta otra posición; y tal vez  desconcertados por la reconocida verdad de otras proposiciones afirmadas por mí, distintas de las comúnmente sostenidas, y desconfiando ya de defensa, mientras permaneciesen  en el campo filosófico, se han decidido a intentar proteger las falacias de sus  discursos con la capa de una fingida religión y con la autoridad de las Sagradas Escrituras, utilizadas por ellos, con poca inteligencia, para la refutación de razonamientos ni entendidos ni conocidos”.